Dejo para otra tarde a Pessoa y a Orfeo,
dejo para otra tarde a Dodona y a Eleusis,
campos del miedo, rumbos de la noche,
llanto y abismo.
Que hoy quiero mirtos y liras por la piel,
que hoy miro al ángel de las revelaciones.
Dejo para otra tarde a Pessoa y a Orfeo,
dejo para otra tarde a Dodona y a Eleusis:
debo oir a Glück, a Mozart y otros requiems
antes de abrir el reino del olvido.
O.U.